
Empieza la aventura contemplando el campo de Cartagena que se extiende frente a nosotras/os.
Viento frío... Menos mal que vamos bien abrigados/as
Observamos detenidamente algunas plantas como el esparto y el pijolobo con sus bonitas flores de campanilla amarillas.
Escuchamos los primeros reclamos del cuco en primavera, ya muy próxima.
Aprendimos que las diferentes especies de la zona son necesarias para el equilibrio de la naturaleza (biodiversidad), incluida la procesionaria, esa oruga que tan mala fama tiene.
Es curioso pensar que esta tierra resquebrajada ahora por la sequía fue, en tiempos ancestrales, el fondo de un mar. Pudimos observar variedad de rocas, algunas lisas por la erosión producida por las antiguas corrientes marinas. Si exploramos bien, seguro que descubrimos pequeños fósiles en ellas.
Sobre la Casa del Duende en ruinas observamos revolotear dos elegantes grajillas.
De regreso al colegio en el autobús, tuvimos la suerte de toparnos con un precioso cernícalo que nos acompañó durante un buen trayecto..
Que bonita entrada!! Parece que estuviera allí con vosotros! ! Me alegro Que todo fuera bien. Y que aprendieseis mucho.
ResponderEliminarBonita experiencia y buen reportaje.
ResponderEliminarSiempre es interesante la visita a un espacio protegido, más cuando está próximo al lugar donde vives. Gracias por vuestros comentarios.
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