Cualquier formato (objeto o técnica para escribir o dibujar) para expresar ideas es válido. Mucha gente únicamente desea pasarlo bien escribiendo un cuento o contando cosas curiosas de su vida. Yo tengo un amigo que escribió una historia de misterio en una servilleta de papel de una pizzería mientras engullía una pizza tropical. ¡Asombroso!
Aquí os dejo algunas ideas para crear relatos.
El cuento-dado
Necesitas solo una plantilla de dado y unos dibujos para pegar en cada cara, Puedes utilizar los dibujos que aquí te dejo o crearlos tú mismo/a. Lanza tres veces el dado y anota las figuras que te han salido. Ahora puedes escribir tu cuento tomando como referencia los personajes y objetos. El resultado dependerá de tu imaginación.
Té-cuento
Pues sí, te cuento que con unas tazas de té de plástico o cartón puedes crear personajes y elementos de un cuento. Sólo tienes que dibujarlos sobre un folio o en un post-it, recortar y pegar en la taza tal y como se indica a continuación. Sí, estás en lo cierto, realmente es una marioneta... Ya ves que puedes hacer marionetas de mil maneras.
Ahora mueve las taza bocabajo, puedes colocarlas una sobre la otra según vayas avanzando, también sacar nuevas taza, llévalas por un pequeño escenario sobre la mesa, etc. Utiliza los elementos que necesites. Ya sabes que cuantos más dibujos coloques más divertido será el cuento.
El diario serpentina
¿Tienes una vida muy enrollada? No lo dudes. Lo tuyo es escribir un diario en una serpentina (el diario es una narración de cosas interesantes que te pasan cada día). ¿Te imaginas una enorme serpentina de metros y metros...? Tu vida tiene acontecimientos para rellenar decenas y centenas de serpentinas. ¿Te atreves?
El único problema que podemos encontrar al utilizar otros objetos, que no sean los tradicionales, es que estos sólo podrán tener el uso que le acabamos de dar. Lleva cuidado, no te pase como a mi amigo. Cuando acabó su pizza tropical se olvidó de lo que había escrito en la servilleta y se limpió el tomate frito y la piña de la boca con su propio cuento... ¡Terrorífico!
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