Hoy os propongo uno de los viajes más interesante que podemos hacer por Europa. Me gustaría que os asomarais un poquito al que, sin duda, es el corazón de nuestra cultura moderna: Grecia. Este país es la cuna de nuestra forma de pensar, de la manera como organizamos nuestra política y también es la base del arte que disfrutamos.
Nada más llegar a la capital de Grecia, Atenas, ésta es la visión que tenemos desde las nubes. Observamos el mar Egeo y los accidentes geográficos del terreno formando golfos y cabos.
Ahora me encuentro en la entrada del Museo Arqueológico Nacional de la ciudad. En su interior podemos observar preciosas esculturas, cerámica y joyas encontradas en los diferentes yacimientos arqueológicos del país: Atenas, Corinto, Esparta, Creta, etc. ¡Seguidme!
Muestra de la escultura griega es este cabeza de Zeus (busto), máscara micénica y el precioso relieve de una madre con su hijo que quedan para la eternidad tallados en piedra como un eco del pasado.
Jinete de Artemisión.
Esta preciosa pieza de cerámica enorme se halló en el mausoleo de un ciudadano griego. En ella se puede admirar un dibujo recordatorio de su último adiós.
Después de la visita al museo me dirijo a la Acrópolis, espacio donde los antiguos atenienses discutían sobre las cuestiones políticas de la ciudad. El lugar se halla en la cumbre de una colina. Al subir, en su ladera, encontramos varios teatros donde en la fiesta dedicadas al dios Dionisio se interpretaban interesantes obras de teatro, comedia o tragedia.
Ya os he dicho antes la importancia que tuvo Grecia, y en particular la ciudad de Atenas, en la creación de la democracia (que significa poder del pueblo). La ciudadanía podían expresarse sobre cuestiones importantes de la polis y votar a favor o en contra de las decisiones tomadas. Esto se llevaba a cabo justo en la plaza o "ágora" donde me encuentro. Os tengo que decir que ciudadanos, o sea sujetos que podían votar y tomar decisiones libremente, no incluían a las mujeres, a los extranjeros y, por supuesto, a los esclavos. Por suerte, la democracia ha avanzado bastante desde entonces, con mucho esfuerzo y lucha por integrar a todo el mundo.
Fijaos bien en la imponente arquitectura que encontramos en la Acrópolis con sus columnas jónicas.
Después de una travesía en el Blue Horizon de 400 km desde el puerto del Pireo en Atenas llego a Heraclión, la capital de Creta para dirigirme a un mágico lugar de la isla donde, según cuenta la leyenda, hace mucho tiempo habitó un ser extraordinario.
Esta ciudad es el lugar donde, según cuenta la leyenda, un monstruo mitad toro mitad hombre fue hecho prisionero en un laberinto por el rey Minos. Justo a mi espalda se encuentra su palacio.
La imagen del toro es muy importante en la antigua cultura minoica. Esta escultura está en el museo arqueológico de la capital de Creta.
Salón del trono del palacio de Cnosos
Otro lugar del palacio es el salón de los delfines.
De regreso a la ciudad, deseo ver las obras de arte del museo arqueológico de Heraclión. Estas figuras que tengo frente a mí son dos personajes muy famosos de la mitología griega: Perséfone y Hades. La religión de la antigua Grecia era politeísta. Esto quiere decir que tenían muchos dioses. Uno para cada uno de los elementos importantes que afectaban a la vida humana.
Por último, la pieza más misteriosa de este museo de Creta es el disco de Festos. Quizás su espiral tenga que ver con el laberinto del Minotauro o con las hazañas del rey ateniense Teseo o del rey Minos, lo cierto es que aún no se han podido descifrar los signos de la piedra. ¿No te gustaría saber qué mensaje oculta?
Disco de Festos
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