¡En Familia!

Texto: Alexandra Maxeiner
Ilustraciones: Anke Kuhl

Hay muchos animales que no viven solos, sino con otros animales de su especie. Las personas ya vivían en grupos en la Edad de Piedra para protegerse, abastecerse y ayudarse mutuamente. Normalmente vivían varias familias en una misma cueva.

 

 

Antiguamente las familias acostumbraban a ser grades. Solían vivir bajo un mismo techo diez  o más niños con sus padres y sus abuelos.

 

 Hoy las familias numerosas son más bien escasas. La mayoría de familias tienen uno, dos o como mucho tres. Como en casa de Biel:

 Los abuelos de Biel viven a dos calles de su casa. Biel los visita con frecuencia. Sobre todo cuando se enfada con Lisa.

Aún cuando Biel y Lisa a veces se pelean mucho. Biel sabe que ella lo quiere mucho. Biel sabe que ella lo quiere mucho. Y él a ella.

No todas las familias son como las de Biel. Así, por ejemplo, hay familias en las que los niños viven solo con la madre o con el padre. Este es el caso de Laura. Ella vive con su madre en un piso.

El padre de Laura trabaja en otra ciudad, desde que se separó de su madre. Tanto el padre como la madre hubieran preferido no tener que volver a hablarle nunca más. Laura solo ve a su padre en vacaciones. Eso a veces le fastidia mucho.

Los padres de Mina también se han separado pero mantienen unas relaciones muy buenas.

Mina no tiene que compartir  nada. Al contrario: lo tiene todo repe. Desde la separación, Mina pasa, de manera alternativa, una semana con su madre y una semana con su padre. Los viernes cambia de  casa. Es por eso que Mina lo tiene todo por duplicado.

 

 

Las mamás de Max y Carla son Sabina y Tina. Son lesbianas. A ellas les gustan las mujeres en vez de los hombres. Las familias en las cuales los hijos o hijas viven con dos madres lesbianas se llaman “homomaternales” y las formadas por dos padres gays se llaman “homopaternalles”.

 

 

La mamá de Julia murió de una enfermedad. Es por eso que Julia y Rafa, su padre, estuvieron mucho, mucho tiempo muy tristes.

Pero un buen día, Rafa se volvió a enamorar, esta vez de Ana. Ana y Rafa se fueron a vivir juntos y Ana es ahora la madrastra de Julia.

 Hay días en que Julia está terriblemente triste y no le apetece nada tener otra mamá. Entonces se enfada mucho con Ana, a pesar de que Ana siempre la trata con mucho cariño.

Ana intenta ser una nueva mamá para Julia. La quiere mucho y puede entender perfectamente que Julia eche de menos a su madre de verdad. La situación a veces no es fácil para las dos.

En las viejas leyendas y cuentos la madrastra suele ser una señora malvada y fea. Pero en la realidad esto no acostumbra a ser así.

 

 

Tilo vive en una Adea Infantil SOS, una forma especial de hogar infantil. Allí los niños y las niñas conviven en una casa como si fuera una familia porque sus padres de verdad no se pueden ocupar bien de ellos o porque han muerto, como en el caso de Tilo. Tilo es huérfano. Él comparte una casa aquí con otros cuatro niños. Con ellos vive Carlota. Ella se ocupa de los niños como si fueran suyos.

 

 

Los parientes consanguíneos, sin embargo, son las personas de las que uno desciende. Los hijos desciende de sus padres, los padres de los abuelos, estos de los bisabuelos, etcétera- También los hermanos son parientes consanguíneos. Otra forma de llamar a esto es “parientes carnales”.

En el caso de los parientes consanguíneos hay algunos rasgos corporales que se pueden heredar de los abuelos a los padres y de los padres a los hijos. Hay familias donde se repite tres veces la misma nariz o el mismo dedo gordo del pie.

 

 

 

 

Algunas familias hacen mucho ruido. Hablan mucho y a voz en grito, tocan instrumentos musicales, se pelean con frecuencia, les gusta el bullicio y roncan o se tiran pedos a menudo.

A otras les gusta rodearse de silencio. Hablan muy bajito o simplemente no hablan. Nadie se tira pedos y si lo hacen, lo hacen en el váter.

 

 

 

 
 
Hay familias a las que se les ve enseguida su parecido. Hay otras que no

Toda persona es hija de otra, da igual la edad que tenga.

 

 

 

 

 

 

Hay adultos en cuyo caso resulta difícil imaginar que alguna vez hayan sido niños. Pero aquí no hay excepciones. ¡Todo el mundo ha empezado siendo un bebé!

 

 

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